CONCLUSIONES

Cuatro meses han transcurrido desde que regresamos de Francia con mucha información en forma de fotografías, track, experiencias y una infinidad de recuerdos para dar forma y contenido a este blog. Pero el verano ha sido muy intenso y no pude acabarlo pronto. Por tanto, cuatro meses después, sigo recreándome con todos los lugares, caminos, canales, bosques, alojamientos y playas que dan forma a este viaje.

El lado positivo de este retraso es poder vivir de nuevo los preparativos iniciales y todas las etapas recorridas. Y todo ello, sin soportar el calor o la lluvia que sufrimos. Ahora lo recuerdo desde la tranquilidad de mi sillón y vuelvo a disfrutar de esta espectacular aventura.

Como en el resto de los blog dedicados a viajes cicloturistas, vuelvo a dejar un hueco para las "conclusiones" finales con la idea de matizar algunos puntos y que puedan servir de mejora para futuros viajes.

Este capítulo es algo muy personal. Es mi forma de haber visto este viaje y me permite realizar algunos comentarios sobre diversos temas relacionados con esta maravillosa aventura. 




EL RECORRIDO


La base principal de este viaje estuvo clara desde el principio: cruzar Francia desde el Mar Mediterráneo hasta el Mar Cantábrico y bajar por la costa vasco-francesa hasta España.

Uno de mis sueños, desde hace muchos años, era poder recorrer el Canal du Midi. Compré dos guías de Bici-Map, de la editorial Petirrojo: La Velodyssée y el Canal du Midi y el Canal del Garona, que nos podían servir para poder completar este viaje con garantías.

Todo el tramo del Canal du Midi lo hemos hecho a la inversa de como propone la guía. El motivo ha sido logístico. Dado que dispusimos de un tren AVE que nos llevaba de Madrid a Montpellier, optamos por incrementar una etapa extra de Montpellier a Séte con 45 kilómetros de distancia. De esta forma, tuvimos tiempo para preparar las cajas que iban a transportar las bicicletas en el tren. La vuelta a casa desde Irún la hicimos en autocar de la empresa ALSA.

De esta forma, cogimos el Canal du Midi donde finaliza, en la Laguna de Thau (Séte) y lo remontamos hasta Toulouse, donde comienza, para continuar por el Canal Lateral del Garona, también en sentido contrario al curso de sus aguas.

La guía del Canal du Midi propone recorrerlo partiendo desde Burdeos, pero llegar hasta esa ciudad y bajar a España nos suponía incrementar entre 2-3 etapas más este viaje. Así que, pasada la localidad de La Reole, abandonamos los paisajes del canal y lo cambiamos por el espectacular Bosque de Las Landas, el más grande de Europa y muy adaptado para el tránsito de bicicletas, con carriles-bici y pequeñas carreteras. Eso nos sirvió para llegar hasta el Mar Cantábrico en dos etapas. 

En la localidad costera de Mimizan Playa, pudimos enlazar con el trazado de la segunda guía: La VelodysséeEsta vez sí fuimos en el sentido que nos marcaba la guía hasta Hendaya. 

La Vélodyssée forma parte de un proyecto cicloturista mayor conocido como Eurovelo-1 o Ruta de la Costa Atlántica, un itinerario de 8186 km que une el Cabo Norte en Noruega con el Cabo de San Vicente en el Algarve portugués. La Vélodyssée es la parte francesa de esta Eurovelo que cruza el país de norte a sur. La guía lo propone desde la localidad francesa de Nantes.

En cuanto a las características de los caminos, tengo que decir que no reúnen ninguna dificultad para la circulación de bicicletas. Prácticamente son llanos, alternando pistas de tierra en el Midi y asfaltadas en el Garona, siempre pegadas a las tranquilas aguas de los canales.

En cuanto al trazado de La Velodyssée, he vuelto sorprendido ante la fantástica infraestructura para circular en bicicleta. Caminos asfaltados y perfectamente señalizados, alejados de zonas urbanas y compartiendo la cercanía de alguna pequeña carretera con la separación de muros hasta abandonar el Bosque de Las Landas, en Baiona. Un lujo para los que nos gusta el ciclismo.

Este recorrido nos ha permitido pedalear durante 814 kilómetros sin grandes esfuerzos físicos, salvo los propios derivados por las distancia de algunas etapas, disfrutando de unos paisajes increíbles, tanto en los canales, en el bosque y por el trazado de La Velodyssée.







LAS ETAPAS

Las guías que suelo utilizar como apoyo en el viaje, siempre proponen un número de etapas con distancias muy accesibles y de poco kilometraje que hubiéramos terminado cuando parásemos a realizar el segundo desayuno. 

Pero las guías plantean una forma de cubrir un trayecto, y cada uno debe adaptarlo a sus intereses. Por otro lado, tuve que enlazar los trazados de las dos guías con dos etapas por el Bosque de Las Landas.

Si a todo esto añadimos que tenía cierto interés en finalizar en localidades muy turísticas, como Séte, Carcassonne o Toulouse, el reparto equitativo de la distancia no era muy factible. La mejor opción era distribuirlo contando con algunos finales de etapa y buscando localidades que nos permitieran cubrir unas distancias próximas a los 80 kilómetros, porque también tuve que contar con la ubicación de los alojamientos.  De esta manera, salieron 12 etapas con distancia asequibles, algunas de ellas cortas para recuperar el esfuerzo de las largas.

Tengo que reconocer que no todo salió como estaba previsto. En la etapa 9, a 12 kilómetros del inicio en la localidad de La Reole, tuvimos que improvisar porque, de repente, el perfecto camino asfaltado junto al Canal Lateral del Garona, desapareció. Ni por el margen izquierdo, por donde íbamos, ni por el derecho, el camino tenía una ciclabilidad buena. Por la derecha cruzamos el puente sobre el río Garona y el camino que nos llevaba hasta Toulenne era de tierra y cubierto de vegetación, poco fiable para hacerlo con alforjas.  

La solución final fue hacer uso de los gps y buscar una alternativa para llegar a Toulenne. Desde esta localidad y durante las dos jornadas por el Bosque de las Landas, alternamos el track original con pequeñas carreteras debido a las inclemencias del tiempo. 

A pesar de estos imprevistos, he mantenido las fichas y los track originales porque sus recorridos se pueden realizar aunque no nos pareció oportuno hacerlo en el estado en el que encontraban.

Por último, en cuanto las etapas, un inciso sobre la última, la nº 12. Después de pedalear durante once días por canales y bosques, nos metimos en una etapa donde rodamos por carriles bicis urbanos y algunos tramos compartiendo calzada con los coches. Etapa muy turística por toda la costa vasco-francesa y cuyo perfil resultó ser más exigente que los anteriores.






LA SEÑALIZACIÓN


Aunque exista señalización en los recorridos que me planteo para viajar, siempre llevo en mi gps los planos cartográficos y los track que corresponden a las etapas, una vez revisados y modificados en mi casa para que cumplan con mis intereses. Soy partidario de ser autónomo en este aspecto y no depender de las señales que vaya encontrando por el camino.

Además, llevar cartografía de la zona por donde vas a viajar, te permite improvisar y buscar alternativas si te encuentras con imprevistos durante el recorrido. Eso nos pasó, por ejemplo, en la etapa 9.

La primera etapa desde Montpellier hasta Séte, carece de señalización al no tratarse de un "camino oficial" donde predomine el interés turístico.

A lo largo de todo el trazado del Canal du Midi fuimos encontrando diversa señalización tanto direccional o informativa haciendo alusión a localidades, distancias y direccionales. Es fácil de seguir porque transcurre junto al canal. No hay pérdida alguna. Tan sólo hay que estar pendiente de los cambios de márgenes que, en la mayoría de las veces, están señalizados.

En todas las esclusas te encuentras su nombre y el punto kilométrico del canal, aunque este dato no es relevante para nosotros. 

Donde te encuentras con ausencia de señalización es durante el paso por algunas localidades, sobre todo en las grandes ciudades. La referencia principal es el canal, una vez que llegas a él ya no hay pérdida.


Canales


El trazado de La Vélodyssée dispone de una señalización específica haciendo alusión a la Eurovelo-1. Además, al estar asfaltada, te encuentras señales pintadas: líneas divisorias y direccionales, bicicletas, límites de velocidad, etc. Una auténtica carretera para bicicletas.


La Vélodyssée


No quiero cerrar este apartado sin mencionar a la señalización de el Bosque de Las Landas. En la etapa 10 conectamos con el trazado de la Vélodyssée donde encontramos todo tipo de señalización en sus carriles-bici. Pero la existencia de señalización aumentó durante la etapa 11 y en la 12, aunque en todo los tramos urbanos de la costa vasco-francesa es fácil dejar de verla. 

Bosque de Las Landas



LOS ALOJAMIENTOS

Todos los alojamientos han cumplido con creces las expectativas previstas. Los días que pernoctábamos en hoteles estuvimos supeditados a cenar, incluso a comer, en restaurantes cercanos, aunque sí podíamos desayunar en ellos antes del inicio de las etapas. No es el tipo de establecimiento que me agrade para este tipo de viajes, pero permiten una buena distribución de las etapas si no encuentras otros más asequibles. 

La mayoría de los alojamientos se componían de apartamentos individuales con todos los servicios donde, incluso, podíamos guardar nuestras bicicletas. Son mucho más prácticos y, al final, salen más económicos al poder prepararte la comida y los desayunos. Creo que es el mejor sistema para viajar con bicicletas.

El alojamiento más curioso y atípico en nuestra forma de viajar, lo encontramos en la localidad de Capbretón. Dentro del gran complejo campista, nos alojamos en una tienda, tipo Haima. Original y distinta, anclando las bicicletas junto a un árbol. La distancia con los aseos y la sola presencia de una cama y un pequeño mueble, la hacían incómoda. Pero nos apañamos y lo recordaremos como una anécdota. 





Los alojamientos:

MONTPELLIER: Hotel Colisée-Verdun
SÉTE: Le Venizio Séte
CAPESTANG: Hotel Le Relais Bleu
CARCASSONNE: Hotel Au Royal
CASTELNAUDARY: Aptº Studio de Charme
TOULOUSE: Hotel Le Capitole
CASTELSARRASIN: Aptº La Gazounet
AGEN: Aptº Agen Centre
LA REOLE: Grande Chambre chez l'artiste-peintre
BELIN-BELIET: Entre Deux chambres d'hôtes
MIMIZAN PLAYA: Hotel Atlantique
CAPBRETÓN: Aparra SurfCamp
IRÚN: Pensión Bowling



EL EQUIPAJE

Después de varios años haciendo cicloturismo, la composición del equipaje es fácil. Ya sabes lo que vas a necesitar y de lo que puedes prescindir. Configuramos las alforjas de forma muy austera, intentando aminorar peso y dando más importancia a los repuestos mecánicos. La descripción pormenorizada la planteo en el capítulo denominado "Introducción".

De todo lo que cargué, hay algunas cosas que no llegué a utilizar. Me refiero a la ropa de abrigo y de agua. Las temperaturas que nos han acompañado han sido muy benévolas. La ropa de abrigo, chaqueta ciclista, forro polar y perneras no llegué a utilizarlas. Para la lluvia que nos cayó, me pude apañar con los escarpines impermeables y el chubasquero. Suficiente.

Además, dispusimos de establecimientos donde comprar comida para el viaje y llevábamos direcciones de talleres-bici que, por suerte, no llegamos a utilizar.

Y la opción de recurrir a los establecimientos de lavadoras y secadoras automáticas, te facilita la reducción de equipaje.







LAS BICICLETAS  


No me canso de decirlo en todos los blog de viajes cicloturistas, las bicicletas son las auténticas protagonistas. No hay viaje si ellas nos fallan. Entre las prioridades que te planteas en el día a día, ellas ocupan el primer lugar. Sus cuidados, revisiones y limpieza son rutina ineludible en cada etapa. 

Los únicos percances aparecieron en forma de pinchazos durante el recorrido del Canal du Midi. Hasta su inicio en Toulouse (final del Canal para nosotros), rodamos por pistas de tierra, teniendo que entrar al principio de la etapa 5 por un camino junto a campos de cultivo.

Ojalá que todos los problemas en este tipo de viaje se materialicen en pinchazos de fácil reparación, tanto en medio de los caminos como en el baño de un hotel.

Un factor importante en la minoración de posibles averías ha sido las características del terreno y los perfiles altimétricos de las etapas. En recorridos tan llanos, con caminos de tierra muy asentados y otros asfaltados, las transmisiones no sufren porque no tienes necesidad de realizar grandes esfuerzos. Pedaleo cómodo y rápido. Las bicicletas lo agradecieron, y nosotros también.





La única variación con respecto a otros viajes fue la necesidad de desmontarlas y empaquetarlas en cajas para su transporte en el AVE. Algo laborioso que nos brindó la opción de iniciar el viaje en Montpellier. El viaje de vuelta a casa, lo hicieron en la bodega del autocar de ALSA, envueltas en fundas. 






ESTADÍSTICA

Al final de cada uno de los capítulos dedicados a las 12 etapas, aparecen unas tablas donde quedan reflejados los datos extraídos por mi gps. Mi viejo Garmin Dakota 20 sigue dando guerra y, a día de hoy, no me falla.

Pero si todos los datos de  las 12 etapas los trasponemos en una tabla, observamos la evolución de todo un viaje y podemos apreciar los pormenores de cada etapa. Al final, no deja de ser una estadística que refleja lo que ha sido esta aventura.

En primer lugar, resalto la totalidad de kilómetros realizados durante las 12 etapas: 814,30 km. Esta distancia la recorrimos con un desnivel positivo de 3761 metros, correspondiendo a la suma de las alturas ascendidas sobre el nivel del mar de cada etapa. 

Las estadísticas son herramientas de comparación. Si incorporo estos datos con los de los anteriores viajes, vemos lo siguiente: 


RECORRIDO

ASCENSO

KILÓMETROS

Los Dos Mares: de Montpellier a Séte

3761+

814 km

La Costa Sur de Portugal

5975+

749 km

Camino del Cid: 

6382+

674 km

Camino Portugués por la Costa:

6444+

694 km

Camino de Madrid:

8722+

725 km

Camino Francés:

11562+

780 km

La Vía de la Plata:

12385+

871 km

                                                

Claramente puede entenderse que este viaje ha sido muy cómodo, accesible en su perfil, sin fuertes ascensos y con trazados bastante llanos. En definitiva, el viaje fácil de todos los que he hecho.

Llama la tención las medias de velocidad por etapa. Si contamos con todo el peso que arrastramos rodando con cubiertas de perfil ancho y taqueadas, nos encontramos que siempre hemos estado rodando por encima de los 15 km/h. Al final, la media de velocidad de todo el viaje ha llegado a los 16,17 km/h.   

En todo viaje destacan algunas etapas que, por sus características, se diferencian del resto. Es el caso de las etapas 3, la más larga, y la 12, la última.

La etapa 3 la planteamos como cualquier otra de larga distancia, madrugando. De hecho, la media de velocidad durante las 5 horas y 35 minutos que estuvimos pedaleando fue de 15,20 km/h. Fue una etapa donde empezamos parando bastante para llevarnos algunas fotografías de recuerdo, pero el problema fue el calor. Fue asfixiante durante los tramos que salíamos de la protección de los árboles. El agotamiento hizo mella en Antonio y hubo que parar muchas veces: alimentación e hidratación, junto con algún que otro pinchazo. El resultado fueron casi 9 horas para finalizar un recorrido de 85,20 km. con 3 horas y 20 minutos parados. Agotador. 

La etapa 12 como ya expliqué, es una etapa muy urbana que transita por muchos carriles-bici urbanos a lo largo de toda la costa vasco-francesa. La orografía del terreno cambia, es más agreste. Los lugares de interés te obligan a realizar muchas paradas y, lo más importante, es "la última", al día siguiente ya no vas a dar más pedales. La tabla nos enseña como tuvimos que pedalear durante 75,30 kilómetros con un desnivel positivo de 666+.
Otro dato relevante de la etapa 12 es el gran tiempo invertido para finalizarla: 8h y 08'. Si contamos que invertimos 5 horas y 14 minutos pedaleando, nos encontramos que estuvimos casi 3 horas parados. Todo este tiempo detenidos provoca que no llegáramos a coger ritmo y se tradujo en agotamiento físico y mental porque las cuestas se sucedían, la velocidad no podía ser muy alta y los cuerpos no cogían temperatura. Nos obligó a modificar parte del track y no pasar por Guéthary para llegar antes a San Jean de Luz. No obstante, en el track adjuntado en la etapa he mantenido su recorrido original.

El resto de las etapas son muy parecidas, fácil pedaleo y buenas velocidades de media, sobre todo en la zona del Bosque de Las Landas.  





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Aquí cierro el capítulo dedicado a las "Conclusiones" y finalizo este blog. No sé si he llegado a transmitir las sensaciones que aporta un viaje cicloturista. Espero que sí. Son tantos preparativos hasta que te pones en marcha y luego, infinidad de vivencias, algunas positivas y otras negativas. Es una forma muy saludable de desconectar de las rutinas diarias y adentrarte en un mundo en el que cada día descubres cosas nuevas y te fuerza a sobreponerte en los momentos malos. No deja de ser un gran reto que culmina con la consecución de un sueño. 

Después de cuatro meses de finalizar el viaje, termino este blog. El lado positivo ha sido poder volver a recrearme con los magníficos paisajes de los Canales del Midi y del Garona, con la inmensidad del Mar Mediterráneo y del Cantábrico, de sus espectaculares playas y de la belleza del Bosque de Las Landas. Tendré siempre en la mente la fabulosa infraestructura para la circulación de bicicletas que hay en Francia y que promueve el uso de este medio de transporte.   

Y todo ello, disfrutándolo en compañía de Antonio. Una convivencia espectacular, un gran apoyo y una implicación total para que esta aventura haya culminado perfectamente.


Nuestro viaje uniendo Los Dos Mares: de Montpellier a Irún ha terminado.

Así lo he vivido y así lo he contado.


2 comentarios:

  1. Jose Antonio Camuñas24/10/25 04:36

    Impresionante Gerardo, únicamente daros mi enhorabuena a los dos por habernos regalado y compartido vuestras experiencias, seguir así, un fuerte abrazo

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