27 de Mayo de 2025
ETAPA 0
MADRID - MONTPELLIER (FRANCIA)
Llegó el día. Arranca el viaje sin aún haber dado pedales. Hoy comienza la que denomino "Etapa 0". Es una etapa especial, es el preámbulo del viaje y es el momento en el que haces un repaso general a todo lo que has ido organizando a lo largo de tantos meses. Se caracteriza por su intensidad, porque el viaje ya está preparado y no hay marcha atrás. Tu cabeza es un cóctel de nervios, dudas, incertidumbre y un gran deseo por subirte en la bicicleta y empezar a pedalear. Además, este año nos vamos a trasladar a Francia en un tren AVE con las bicicletas "empaquetadas" y las alforjas en la mano. Una novedad.
El AVE desde Atocha sale a las 13:18. Por lo tanto, hoy no hay que madrugar. Pero eso no significa que haya podido dormir más. Tengo la batalla perdida en la noche previa a la salida. Intento dormir pronto, pero la cabeza no me deja y encima me despierto de madrugada. El resto del tiempo no dejo de pensar en mil cosas: si me dejó algo que pueda necesitar, si me he excedido en equipaje, si tendremos problemas en el control de equipajes del AVE o en el embarque de las cajas en el vagón. Y además, aparecen dudas sobre los alojamientos, los track de los gps, el tiempo, etc.
Todos los años la misma historia cuando comienza la Etapa 0. Y así, hasta que lleguemos al primer alojamiento. Pero cuando sales de casa con la caja y las alforjas en el maletero del coche, te das cuenta que el viaje ya ha empezado.
Tras despedirme de mi mujer, me espera Antonio con su caja y las dos alforjas. En el Control de Equipajes nos abren las cajas y, tras una ligera revisión, accedemos a las puertas de embarque con mucho tiempo de antelación.
Arrastrando las grandes cajas y las alforjas, nos desplazamos hasta el último vagón para esperar al interventor que se encargará de guardarlas en el compartimiento correspondiente.
Cuando arranca el tren, siento relajación. Las bicicletas y las alforjas van en un maletero bajo llave. Las dudas y preocupaciones que nos habían creado las grandes cajas con las bicicletas, han desaparecido. Sólo nos queda esperar y matar el tiempo en el tren.
Llegamos a la Estación de Saint Roch de Montpellier y descargamos todo el equipaje sin prisas porque este AVE finaliza su recorrido aquí. ¡Ya estamos en Francia!
El siguiente paso es deshacernos de las dos cajas. En la estación de Montpellier no hay contenedores. Pero vemos una zona con papeleras en un extremo del soportal de la estación y las dejamos ahí. Inmediatamente aparecen policías y vigilantes que las revisan y no nos ponen pegas.
Una gran esplanada llena de railes y tranvías de muchos colores nos separa del hotel. Doscientos metros caminando y llegamos al Hotel Colisée Verdun. Los trámites del cheking y nos desprendemos de todo el equipaje. Las bicicletas dormirán en la recepción.
Se aproxima la hora de cenar y queremos dar un paseo para ver un poco el casco viejo de la ciudad. Nos sorprende el bullicio y la cantidad de gente joven. Nos dirigimos a la Plaza de la Comedia, donde está ubicado el Teatro de la Opera y la Orquesta Nacional.
Junto a la plaza, arranca la gran Esplanada de Charles de Gaulle con una curiosa iluminación combinada con las fuentes del suelo.
Salimos de la plaza y vamos viendo diversas plazas, plazuelas o recodos de calles donde ubican terrazas abarrotadas de gente. El ambiente nos sorprende. Es un lunes. Antes de cenar nos acercamos a ver la Catedral de San Pedro de Montpellier.
No tenemos prisa. La etapa de mañana va a ser corta, para ir preparando el cuerpo. Por lo tanto, no madrugaremos mucho. Empieza a sorprendernos que en algunos locales no venden cerveza. No nos queda otra que brindar con "refrescos" para celebrar la previa del viaje. Sólo nos queda un paseo al hotel y descansar. Este viaje ya está en marcha.









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